La convivencia con un gato feroz o irritable puede ser un desafío, pero no es imposible. Es importante recordar que los gatos son animales territoriales por naturaleza y pueden ser protectores de su hogar y de su espacio personal.
Desde entender la conducta de tu gato, hasta proporcionarle un ambiente seguro y adecuado, hay muchos factores que pueden influir en la relación que tengas con una mascota territorial. Con los consejos correctos y un poco de paciencia, puedes lograr una convivencia feliz y armoniosa con tu felino y otros animales de compañía en casa.
Es posible que tu gato sea dominante si muestra ciertos comportamientos. Por ejemplo, puede ser agresivo con otros gatos o perros, incluso si están fuera de su territorio. También puede marcar su zona con orina, arañazos o frotando su cabeza y cuerpo contra los objetos. Otros signos incluyen la defensa de áreas específicas de la casa y una actitud protectora hacia su comida y sus juguetes.
Si tu gato es territorial, es importante tener en cuenta que esto es una parte natural de su comportamiento felino. Como padre de mascota, debes proporcionarle un ambiente seguro y adecuado para que se sienta cómodo y pueda expresar su comportamiento territorial de una manera saludable y adecuada.
Si tienes dudas sobre el comportamiento de tu gato, es recomendable consultar a un médico veterinario con conocimientos de etología o un especialista en comportamiento felino. Ellos pueden ayudarte a entender mejor las necesidades y comportamientos individuales de tu gato y proporcionarte consejos específicos para asegurar que tu engreído esté cómodo y feliz en su hogar.
Un gato feroz o agresivo puede mostrar una variedad de comportamientos, dependiendo de su personalidad, edad o condiciones de vida. Puede ser territorial y defender agresivamente su espacio, comida y el resto de los recursos, incluyendo el arenero. También puede ser intolerante con otros gatos o animales, o incluso hacia los humanos, si se siente amenazado o incómodo.
Algunos signos comunes de un gato feroz incluyen gruñidos, bufidos, silbidos y arañazos. Pueden adoptar una postura defensiva, con las orejas hacia atrás y el pelaje erizado. También pueden atacar sin previo aviso o mostrar una actitud desafiante en la mayoría de los casos.
Es importante entender que la agresión en los gatos puede ser causada por una variedad de factores, como el estrés, la ansiedad, el miedo, la falta de socialización o una mala experiencia en el pasado.
Por ejemplo, aquellos gatitos que no fueron socializados adecuadamente desde sus primeras semanas, suelen adoptar una conducta semisalvaje, la cual puede ser la responsable de muchas de sus actitudes.
Si tu gato muestra comportamientos agresivos, debes ser paciente y entender que su actitud es consecuencia de sus instintos y de su posible vulnerabilidad. Trata de ponerte en su lugar y busca la opinión de un etólogo. Cambios en casa e incluso una cirugía de esterilización podrían mejorar su comportamiento.
Tener una mascota con problemas de conducta puede presentar varios inconvenientes en la vida cotidiana, no importa si se trata de un gato o un perro. Algunos de estos inconvenientes incluyen:
Puede que en algunos momentos sientas que tratándose de un minino con problemas de conducta todo está perdido. No, no es así para nada. Con la ayuda de un especialista, haciendo cambios sencillos en casa o recurriendo a opciones como el Calming o el Catnip, no nos cabe duda que puedas tener en casa a una mascota más amigable.
Aquí te ofrecemos algunos consejos que de seguro te ayudarán:
Es importante entender que la agresividad en los gatos puede ser causada por una variedad de factores externos. Aprender a identificar las señales de su comportamiento y aquellas situaciones en las que reacciona peor te ayudará a entender sus necesidades y no solo eso, a evitar esos momentos en los que las cosas pueden salirse de control.
Asegúrate de que tu gato tenga un lugar seguro y tranquilo para retirarse cuando se sienta estresado o incómodo. Verás que un gato feroz tiene algunas “zonas de poder” dentro del hogar a las que no le gusta que otras personas o animales se acerquen.
Si estas áreas coinciden con esos espacios compartidos con otros gatos, como el arenero por ejemplo, deberás tomar medidas. Intenta que tu engreído tenga un espacio al cual pueda retirarse sin temor a ser interrumpido. Allí podrá relajarse y sentirse reconfortado.
El juego puede ser muy saludable para un gato irritable o con problemas de conducta. Esto lo hará sentir más tranquilo y si además puedes incorporar paulatinamente a otras mascotas a estas rutinas de juego, esta podría ser una buena terapia que lo enseñe a compartir y socializar sanamente.
Si sabes que hay situaciones que estresan a tu gato, como la visita de extraños, trata de evitarlas o limitar su exposición a ellas. Si es posible, también evita cambios bruscos en su rutina.
Siempre con la debida autorización y supervisión de tu médico veterinario de confianza, aquí encontrarás una lista de productos que pueden ser muy útiles para hacer que tu engreído se relaje.
Si tu gato presenta un comportamiento agresivo, es importante trabajar muy de cerca con un veterinario o especialista en comportamiento felino para abordar el problema y desarrollar un plan de acción.
Recuerda que cada gato es único y requiere diferentes necesidades. Si bien estos consejos pueden ser útiles, es importante adaptarlos a la personalidad y rutinas de tu engreído para lograr una convivencia pacífica y feliz.
Este suele ser uno de los desafíos más grandes a los que solemos enfrentarnos cuando se trata de un gato feroz, en especial si ya es adulto. En ciertos casos algunas familias tienen que dar en adopción a las otras mascotas para evitar los roces, el estrés o peor aún: un accidente.
A continuación te presentamos algunos consejos que puedes poner en práctica al momento de socializar correctamente a tu gatito irritable o territorial.
La presentación gradual de las mascotas es clave. Primero, haz que las mascotas se huelan a través de una puerta cerrada. Luego, permite que se vean pero con una barrera física, como una puerta de malla o un portón para bebés. A medida que las mascotas se acostumbren a estar juntas, pueden comenzar a pasar más tiempo en cercanía siempre bajo tu supervisión.
Controla el acceso a los recursos. Como hemos aclarado ya, los gatos territoriales pueden ser muy protectores de sus recursos, como el alimento, la caja de arena y los lugares para dormir. Asegúrate de que cada mascota tenga acceso a sus propios recursos y no tenga que competir con otros.
Proporciona suficiente espacio. A los gatos territoriales les gusta tener su propio espacio personal. Asegúrate de que haya suficiente espacio disponible para cada mascota, esto evitará que se crucen constantemente y que surjan los enfrentamientos.
Sé paciente. Puede tomar tiempo para que las mascotas se acostumbren a la presencia de otra. Sé paciente y por favor: no los fuerces a interactuar si no están listos para hacerlo de una forma sana y segura.
Estamos seguros de que con mucho amor, paciencia y haciendo todos los ajustes necesarios, podrás ayudar a tu gatito con problemas de conducta a confiar en ti, sentirse más cómodo en casa y superar su ansiedad y estrés.
Referencias
Kiwoko (S/F). ¿Cómo presentar a dos gatos que van a vivir juntos?. Kiwoko. Recuperado de: https://www.kiwoko.com/blogmundoanimal/consejos-segundo-gato/
Nutro (S/F). VARIOS GATOS EN CASA. TRUCOS PARA LA CONVIVENCIA. Nutro. Recuperado de: