Como padre de mascota de seguro te preguntarás de qué forma educar a tu cachorro de la manera más adecuada posible. Socializar a los cachorros es una parte crucial de su desarrollo. La socialización es el proceso de enfrentar a tu engreído a diferentes situaciones, personas y otros animales para ayudarle a interactuar con ellos de manera segura, tranquila, efectiva y predecible.
Tratándose de los cachorros, es importante comenzar temprano con la socialización, ya que los perros en esta etapa tienen un período crucial de tiempo para aprender y adaptarse a nuevas experiencias.
En este blog, te contaremos la importancia de la socialización para los cachorros y cómo puedes ayudar a tu perro a desarrollar habilidades sociales saludables y seguras, evitando malas experiencias y posteriores conductas desfavorables.
Es aconsejable que la socialización de tu nuevo engreído comience en su etapa de cachorro. Una de las etapas más propicias para que tu perro joven se adapte favorablemente a las nuevas experiencias, ocurre entre las 3 y 16 semanas.
Durante este período de tiempo, los cachorros son más receptivos y abiertos a nuevas experiencias, lo que significa que es el momento perfecto para comenzar la socialización.
A partir de las 3 semanas de edad, los cachorros pueden ser expuestos a diferentes estímulos, como sonidos suaves, juguetes y texturas. A las 7 semanas, ya pueden comenzar a interactuar con personas fuera de su entorno inmediato y otros animales de manera segura.
A partir de las 8 semanas, los cachorros pueden comenzar a recibir entrenamiento básico y a participar en actividades sociales como caminatas o juegos en grupo. Se recomienda empezar a sacar al perro a espacios públicos solamente cuando su esquema de vacunación esté completo, de no ser así, lo expones al contagio de enfermedades.
Es importante recordar que la socialización no termina después de esta etapa. Los cachorros necesitan seguir experimentando y aprendiendo a lo largo de sus vidas. Los padres de mascota deben continuar exponiendo a sus engreídos a nuevas experiencias y situaciones para mantener sus habilidades sociales saludables.
Sin embargo, es importante recalcar este consejo: tu mascota no debe ser expuesta a situaciones potencialmente peligrosas o abrumadoras, como multitudes ruidosas o perros agresivos. Es esencial proporcionar un ambiente seguro y controlado para la socialización, y permitir que el cachorro avance a su propio ritmo.
La socialización con personas es un paso importante en el desarrollo de un cachorro. Aquí hay algunos consejos para ayudar a tu perrito a congeniar con humanos, favorablemente:
La socialización temprana es clave para un cachorro. Se recomienda su inicio alrededor de las 3 semanas de edad, pero comprenderás que esto está sujeto a las condiciones de la adopción. Lo ideal es que durante todo este tiempo comparta con su madre y con sus hermanitos.
Si los cachorros nacieron en casa y están bajo tu cuidado, puedes encargarte de que interactúen sanamente con los miembros de la familia, así como con otros ambientes. Todo debe ser paulatino y siempre debes velar por la seguridad de tu engreído. No lo agobies con ejercicios de socialización muy largos o estresantes, para él debe ser como un juego.
En caso de que el cachorro llegue a tu vida con varias semanas de edad, intenta saber un poco acerca de las condiciones en las que vivió sus primeros días. Eso te dará una idea de los aspectos a reforzar.
Siempre mantén una actitud positiva y amable cuando presentes a tu cachorro a nuevas personas. Si estás estresado o ansioso, o si las otras personas no están en disposición de interactuar, tu mascota puede percibirlo y sentirse nervioso.
Haz que el proceso sea gradual. Comienza con los miembros de la familia y con personas cercanas al círculo de la mascota. Incluso puedes recurrir a los premios ante una conducta correcta, para que tu engreído lo asocie con experiencias positivas.
Tomando en consideración que los cachorros son muy vulnerables, intenta que su proceso de socialización sea tranquilo, ameno y estimulante. Evita las situaciones de riesgo o estrés que puedan predisponer a tu engreído. No permitas que las personas que interactúan con la mascota hagan algo que pueda dañarlo, asustarlo, lastimarlo o incluso volverlo agresivo.
Recuerda además ser muy paciente y recurrir siempre a la buena disposición, afecto y estímulos positivos.
Además de introducir a nuestro perrito a las personas, la socialización con otros animales es indispensable. No se trata solo de una convivencia sana con otros perros, también con mascotas de otra especie, como gatos, especialmente si hay alguno en casa.
Buena parte de los problemas de conducta del cachorro son consecuencia de una mala socialización. Esto los hace irritables, agresivos o exageradamente nerviosos cuando están en presencia de otros perros, llevándolos a comportarse de un modo muy desfavorable cuando están en la calle.
Al igual que ocurre con el proceso de socialización con personas, lo más aconsejable es comenzar a introducir a nuestro perrito a otras mascotas a edad temprana, de manera progresiva y segura, atendiendo además a estos consejos:
Las experiencias traumáticas pueden ser muy conflictivas cuando se trata de la fase temprana de socialización de un cachorro. Preferiblemente asegúrate de que el perro o gato con el que ha de interactuar tu mascota sea amigable y esté acostumbrado a tratar pacíficamente con otras mascotas.
No está de más usar utensilios de seguridad como correas o si lo consideras necesario, un bozal. Esto te permitirá mantener la situación en control en caso de que las cosas se pongan tensas, especialmente tratándose del animal adulto.
No se trata de que la mascota mayor sea agresiva, pero podría ante la presencia de algún estímulo inesperado o desfavorable, reaccionar de un modo violento. Lleva las riendas de la situación, aproximando a los animalitos con cautela y si notas alguna actitud desfavorable por parte del perro adulto, apártalo del cachorro de inmediato, sin gestos bruscos o violencia.
Asegúrate de estar siempre presente cuando el animalito se aproxime a otros animales de su misma especie u otra especie. No lo dejes solo y si estarás fuera de casa, destina una zona segura para tu engreído más joven, hasta que estés plenamente seguro de que la convivencia es saludable y no existen riesgos.
No dejes de lado a la mascota adulta, independientemente de que sea un perro o gato. Sigue demostrándole el mismo amor de siempre para que no se sienta desplazado por el nuevo integrante de la familia. Esto evitará que actúe con recelo ante la presencia del cachorro.
Este es un proceso muy importante para la estabilidad y confianza de tu nueva mascota, en especial si lo has adoptado y debe acostumbrarse a tu espacio y a tu familia. Los primeros días pueden ser una tarea desafiante, por lo que es imprescindible que seas paciente y amoroso.
Si tu perrito convivió sus primeros meses con otra familia, en otro hogar, es perfectamente normal que eche de menos muchas cosas. Sin embargo, recuerda lo que mencionamos antes: hasta los 3 o 4 meses de edad el cachorro está muy abierto al aprendizaje, por lo que es relativamente sencillo moldear su carácter y acostumbrarlo a nuevos hábitos.
Es importante que el cachorro vaya conquistando su territorio de forma paulatina y progresiva. Si es un animalito muy pequeño y travieso, no permitas que tenga acceso a las zonas más riesgosas para él, aquellas en la que los accidentes pueden ocurrir.
No lo abrumes con estímulos. Destinar un espacio o una habitación específica para tu nueva mascota durante los primeros días es una forma de ayudarlo a cobrar confianza. Paulatinamente querrá explorar, conocer su nuevo hogar y es importante que en cada una de sus “aventuras” estés tú allí para asegurarte de que no ocurran accidentes.
Recurrir al uso de artículos con los que el cachorro se haya relacionado desde sus primeros días de vida es una buena forma de hacerlo sentir a gusto en su nuevo hogar. Si adoptaste a tu mascota podrías pedirle al antiguo responsable del perrito una mantita, un juguete, algo que lo contenga mientras se habitúa a su nuevo espacio y a su nueva familia.
Puedes estar seguro de que a medida que tu cachorro vaya apropiándose de los espacios, se sentirá cada vez más confiado y se relacionará mejor, no solo con todo lo que le rodea, también con cada miembro del hogar.
Si tienes planificado un viaje en familia y llevarás a tu mascota temporalmente a un espacio completamente nuevo, toma todas las precauciones necesarias. Asegúrate de llevar correa y de mantener a tu perrito bajo tu supervisión.
Algunos cachorros pueden ponerse muy tensos al llegar a lugares completamente nuevos y esto podría ocasionar en ellos un reflejo de huida. Sé precavido y evita los accidentes. No está de más recurrir a productos como Esencias Florales de BACH Armonizar para ayudar al cachorro a sentirse más tranquilo, especialmente si es un animal sensible.
También puedes recurrir a bocados palatables como Calmiforz para los momentos de mayor estrés.
La correcta socialización del cachorro, así como tener claras las normas que el animalito pueda obedecer, es la base para moldear su conducta. Esto no solo lo convertirá en un perro adulto ecuánime, alegre y amoroso, también facilitará mucho las cosas tratándose de su cuidado y adiestramiento.
Referencias:
Amykus (S/F) 7 consejos para socializar a tu perro con otros perros y humanos. Amykus. Recuperado de: https://amykus.com/7-consejos-para-socializar-a-tu-perro-con-otros-perros-y-humanos
Jon Baldwin (S/F). 8 consejos para socializar a tu perro con otros perros y humanos. The Dog People. Recuperado de: https://www.rover.com/es/blog/socializar-a-tu-perro/