¿Tienes a un ladrador en casa y no has dejado de preguntarte por qué ladra tu perro? Hay muchas razones por las cuales tu engreído desarrolla esta conducta: tiene que ver con su raza, con los hábitos que aprende en casa, por la dinámica de la relación que sostiene con sus humanos o podría estar asociado a algunos trastornos de conducta.
Los especialistas de Gabrica recomiendan corregir el problema lo antes posible, valiéndose de cosas como la paciencia, el afecto y la inteligencia. ¿Por qué? Sabemos de sobra que un perro ladrador podría ser una molestia para los vecinos, incluso causar cierta irritabilidad en casa.
Si tienes en casa a una mascota joven que ha comenzado a desarrollar esta conducta, llegó la hora de ahondar en el problema y encontrar las posibles causas y sus soluciones.
Es normal que tu perro ladre, a menos que tengas en casa a razas como el samoyedo, por ejemplo, o el basenji. El primero de ellos es un perro muy ecuánime y tranquilo, que pocas veces recurre al ladrido para interactuar, mientras que el segundo es una raza que tiene como principal característica no ladrar. En sustitución de este sonido, hace otras vocalizaciones muy singulares.
Todos los perros ladran y lo hacen por motivos muy diversos: algunos recurren a esto para comunicarse con sus humanos, otros lo hacen como respuesta natural a estímulos como el entusiasmo, mantenerse alerta o hacer una advertencia a un desconocido que parece una amenaza.
Lo que debería preocuparte no es que tu mascota ladre o no, sino la frecuencia con la que lo hace y las razones que lo llevan a ello.
Especialistas en conducta canina aseguran que el ladrido es una forma de liberar el estrés. Algunas mascotas se encuentran sometidas a condiciones muy adversas, que los llevaba a ladrar insistentemente todo el día.
Si un perro vive en condiciones adversas, como espacios demasiado reducidos y en constante soledad, es probable que esto le ocasione estrés y por lo tanto, lo lleve a ladrar con insistencia. También podría usar el ladrido como respuesta a sonidos muy fuertes y angustiantes, como las detonaciones pirotécnicas o que su vivienda esté cerca de una zona muy transitada y ruidosa; para esto te podemos recomendar las Esencias Florales de Bach, que ayudarán a contrarrestar la ansiedad y el estrés que estos sonidos pueden causar en las mascotas.
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El ladrido también es sinónimo de felicidad. Tu perro querrá comunicarse en el parque con otras mascotas a las que desea acercarse o con las que cree que estará bien jugar. También recurrirá al ladrido para llamar tu atención y solicitarte que juegues con él, que le arrojes la pelota o cualquiera de sus juguetes favoritos.
De ti dependerá decidir cuántos ladridos consideras convenientes en cada una de estas situaciones. Para eso, debes vigilar los hábitos de convivencia con tu amado compañero peludo y considerar la posibilidad de educarlo. De ese modo, podrás pedirle que haga silencio cuando sientas que se está extralimitando.
Si tu perro no tiene nada que hacer y no ha desarrollado hábitos destructores, lo más normal es que aúlle o ladre para distraerse. Es muy lamentable, pero los engreídos que pasan mucho tiempo solos, no tienen un juguete adecuado y no reciben la atención debida de sus amos y por eso, recurren al ladrido.
Ocurre también con las mascotas que viven aisladas en patios, jardines y otras zonas de la casa donde rara vez interactúan con los humanos. Si crees que tu engreído se está aburriendo y que el ladrido es la forma que tiene de escapar a su malestar, pasa más tiempo con él, ámalo y juega. ¡Lo ayudarás a sentirse querido y considerado!
Básicamente este ladrido se produce cuando tu engreído desea algo que no puede tener. Hay que ser muy cuidadosos con estas conductas, porque muchas veces hasta un sencillo juego podría ocasionar un poco de irritabilidad a tu mejor amigo.
Posiblemente tienes en tus manos su juguete favorito y él lo desea con todas sus ansias. Si notas que recurre al ladrido para exigir que se le devuelva su preciado objeto, trata de complacerlo cuando haga silencio y evita, en la medida de lo posible, que la escena no se repita. De esta forma estarás ayudando a tu peludo a controlar sus hábitos.
Recuerda que hay muchas cosas que tu engreído percibe, mientras nosotros lo pasamos por alto. La presencia de otros animales, de personas desconocidas, incluso sombras o sonidos imperceptibles, todo esto podría activar las alarmas de tu mascota.
Hay perros que además se encargan de ladrar para mantener a salvo el hogar, por lo que reaccionarán con un ladrido de advertencia, que hará al desconocido o a la posible amenaza pensarlo dos veces antes de acercarse.
Así como los padres de mascota que tienen gatos en casa recurren al diálogo para interactuar con los felinos, así mismo lo hacen los propietarios de perros. A veces estos dulces episodios son realmente adorables, pero como en los otros casos, debes saber cuándo es suficiente.
Si promueves en tu mascota el hábito de que ladre casi para todo, al poco tiempo tendrás contigo a un ladrador consumado. Sabemos que lo haces con las intenciones más amorosas posibles, pero tu mascota puede extralimitarse.
Si ladra para pedir agua, comida, atención, afecto, intenta corregir de a poco el hábito, ignorándolo hasta que haga silencio. Comprenderá que el ladrido no lo llevará a lograr lo que desea.
Lo creas o no, y como dijimos antes, hay razas que genéticamente ladran más que otras. Si tienes en casa a un sabueso, pedirle que no ladre es casi, casi imposible. Encontrarás que perros como los beagles o los pointers son bastante comunicativos, así como los lobos siberianos, que suelen ser bastante buenos con eso de las vocalizaciones, especialmente cuando se trata de aullidos y otros sonidos similares.
Las razas molosas son, por su parte, más silenciosas. Hay varios tipos de molosos, como los dogos, los molosos de montaña o los pit bulls. Encontrarás que estas razas no suelen ser tan ruidosas como otras:
Desde luego que hay formas de corregir el ladrido en exceso y para eso, solo tienes que recurrir a lo que sabes muy bien: tu paciencia, tu amor y tu simpatía. Se recomienda, cuando tu perro está ladrando mucho, llamar su atención con un objeto ruidoso, puede ser un tarro lleno de monedas, un clicker o un silbato. Inmediatamente que el perro haga silencio: da la orden.
Puedes adoptar una palabra como “silencio”. Dila con firmeza, sin gritar. Gritar hace que tu perro sienta que tú también estás ladrando, así que evítalo. Da la orden y de inmediato, recompensa con amor o golosinas.
Repite esta operación varias veces, hasta que sientas que los ladridos compulsivos de tu engreído están controlados.
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Referencias bibliográficas:
Hillspet (2020). ¿Qué puedo hacer para que mi perro deje de ladrar? Hills Pet. Recuperado de: https://www.hillspet.es/dog-care/training/how-to-stop-a-dog-from-barking#:~:text=Algunos%20perros%20ladran%20porque%20intentan,del%20bol%20de%20la%20comida.
Elena Torrens (2016). Por qué ladran los perros. Experto Animal. Recuperado de: https://www.expertoanimal.com/por-que-ladran-los-perros-21116.html